La historia del gran descubrimiento de Horace Wells comienza el 10 de Diciembre de 1844. La mañana de ese día el diario Hartford Courant publica un anuncio de propaganda de carácter muy singular.
Decía: “Hoy, martes, 10 de Diciembre de 1844, en la Union Hall tendrá lugar una exhibición de los fenómenos producidos por la inhalación del “protóxido de nitrógeno”, conocido vulgarmente con el
nombre de “gas hilarante” o “gas de la alegría”…… Los efectos del gas en las personas que lo respiran consisten en que éstas, según su temperamento, se ponen a cantar, bailar, reír, hablar o
luchar……”
Wells asiste al acontecimiento, incluso sale a escena e inhala el “gas hilarante” junto a otros ciudadanos. Cuando despierta de la embriaguez y recobra el sentido de la orientación vuelve a su sitio
y contempla el espectáculo. Observa a un ciudadano que respira el gas y poco después se da un golpe fuerte en la tibia contra la esquina de un banco. Wells espera que el ciudadano tras despertarse
del efecto del gas se ponga a gritar por el dolor en la pierna, pero no ocurre nada de esto. Wells se dirige al ciudadano y le comenta lo ocurrido, al levantar el pantalón la pierna está sangrando y
se ve una herida transversal. Wells llega a la conclusión de que si a una persona se le da de respirar este gas se le podrá extraer una muela o amputar una pierna sin que sienta ningún dolor.
Decide probar el experimento consigo mismo. Le dice a su ayudante (John Riggs) que le saque una muela del juicio que La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp. (1632) Rembrandttiene enferma.
Gardner Q. Colton (el director del espectáculo) le hace inhalar el gas. El experimento resulta ser un éxito.
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